Madrid, 29 de septiembre de 2025 — 23:15 h.
El Metropolitano vivió una de esas noches que quedarán grabadas en la memoria rojiblanca. El Atlético de Madrid destrozó al Real Madrid (5–2) en un derbi vertiginoso, cargado de ritmo, goles y orgullo. Fue una exhibición de intensidad, de pegada y de fe en la idea de Simeone, que neutralizó a un rival desbordado desde el minuto uno.
Media hora después del pitido final, la grada seguía coreando “¡Sí se puede!” mientras el equipo saludaba a un estadio entregado. El Real Madrid, por su parte, se marchó en silencio, consciente de haber sufrido un correctivo inesperado.
🔥 Un inicio fulgurante
El Atlético salió con una agresividad descomunal. En apenas 10 minutos, ya había generado dos ocasiones claras y un gol anulado por fuera de juego milimétrico. El aviso se transformó en realidad en el minuto 12, cuando Antoine Griezmann conectó un cabezazo impecable tras centro de Samuel Lino: 1–0 y explosión en la grada.
El Real Madrid no tuvo tiempo para reaccionar. Apenas cuatro minutos después, una pérdida de Tchouaméni en salida de balón acabó en los pies de Rodrigo de Paul, que asistió a Morata para el 2–0. El plan de Simeone funcionaba a la perfección: presión alta, transiciones vertiginosas y contundencia máxima.
El Madrid trató de calmar el juego, y en el 25’, Vinícius Júnior recortó distancias con un golazo: internada, recorte hacia dentro y disparo a la escuadra. 2–1. Por momentos, el partido se abrió y se volvió un intercambio de golpes. Pero el Atlético no perdonó.
En el 38’, otra acción colectiva culminó con un disparo de Griezmann, que rebotó en Alaba y se coló en la red. 3–1 al descanso. El Metropolitano rugía.
⚽ El vendaval no se detuvo
Ancelotti movió el banquillo tras el descanso, dando entrada a Camavinga y Güler para ganar control, pero el Madrid no encontraba su sitio. Cada pérdida se convertía en un sufrimiento.
En el 52’, Morata volvió a castigar con un cabezazo tras una falta lateral: 4–1. El Atleti olía la sangre y no se detuvo. Simeone pedía intensidad y sus jugadores respondían con una presión que ahogó al Madrid en cada intento de salida.
El quinto llegó en el 67’, obra de Marcos Llorente, que cazó un rechace dentro del área tras una jugada embarullada. 5–1. El Metropolitano temblaba de euforia.
Ya con el partido decidido, el Madrid maquilló el marcador con un gol de Mbappé en el 82’, tras un error en la salida de balón de Witsel. Fue lo único que pudo celebrar el conjunto blanco en una noche para el olvido.
